Crónica: Primavera Sound 2018, jornada del viernes
- music4us
- 5 jun 2018
- 3 Min. de lectura
La segunda jornada del Primavera Sound 2018 comenzó para nosotros con un comeback de libro como es el de The Breeders. Una miradita hacia atrás, así con los ojitos marcando patas de gallo, para recordar como estaba nuestra vida allá por la década de los 90.

Para ayudarnos en esta regresión, Kim Deal (la ex de los Pixies) y su banda nos plantó de primeras las canciones de su nuevo disco All Nerve. En un ambiente relajado y distendido, disfrutamos de un paseo por el indie rock un tanto áspero de la formación norteamericana, que no tardó demasiado en dar paso a varios de sus clásicos como I just wanna get, Divide Hammer, Gigantic (¡ay los Pixies!) o, como no, ese Cannonball que logró despertar a los más madrugadores que ya se encontraban por el escenario Mango.
Bordeamos la nostalgia y abrazamos la emotividad de lo riffs de The Breeders como el que mira una vieja Polaroid que se encuentra en el fondo de un cajón.
Minutos después, justo en el escenario de enfrente, la cosa se ponía elegante. Acompañado de siete músicos de auténtico lujo y una bonita orquesta (cuerdas y metal), Father John Misty se situó frente al personal para presentar el disco que justamente publicaba ayer: God’s favorite customer.
El ex-Fleet Foxes se marcó un concierto precioso, eso es así. Y es que dejando aun lado la pose, la barba y lo ‘arrebatadamente sexy’ de su papel como frontman (esta frase toma mayor sentido si nos seguís en instagram), la gran voz de J. Tillman encaja perfectamente con la personalidad de sus canciones.
Con un setlist basado en sus tres últimos trabajos, el músico norteamericano nos envolvió en su delicado drama-rock gracias a bonitas canciones como Total entertainer forever, Disappointing diamonds are the rarest of them all, Pure Comedy o las grandiosas Chateau Lobby #4 y I Love You, Honeybear.
Pura ‘primavera’ en vena.
Y después de la calma, llegó la tormenta desde Glasgow. Mogwai desató todo su arsenal eléctrico en el escenario Primavera, con uno de los conciertos más increíbles que hayamos visto en los últimos años en el festival barcelonés.
Vale que Mogwai me tiene ganado el corazón desde Ten Rapid y que, a lo mejor, no soy del todo objetivo… pero vaya, que si que lo soy. Os lo digo porque el show ‘secreto’ que los escoceses ofrecieron el pasado año en otro escenario del Primavera no le llegó a la suela de los zapatos a lo que pasó ayer.
Mogwai son siempre un valor seguro. Son capaces de emocionar abriendo con Hunted by a freak, para luego darte en los morros con maravillas como Rano Pano, Coolverine o I’m Jim Morrison i’m dead, y rematarte en un éxtasis sonoro como es Mogwai Fear Satan, capaz de reventar las pantallas de cristal de los móviles del personal.
Una excepcional, emocionante y atronadora banda sonora para ver la noche caer en el Parc del Fórum. Para saltarse las lágrimas.
Y luego nos hicieron el lío. ¡Y de que manera! Vamos a ver…
La idea inicial era aterrizar en el escenario Mango a las 12:15 de la noche para ver un rato a las amigas HAIM. Claro, las 12:15 eran parte del horario viejo antes de cancelar MIGOS y meter a Los Planetas junto antes de las HAIM. Pero el menda no se enteró y aparecimos en el escenario Mango para comernos casi 40 minutos del concierto de Los Planetas.
‘Comernos’. Lo decimos así, porque este mismo show lo pudimos disfrutar el pasado sábado en el Tomavistas de Madrid. Repetimos Islamabad, aderezada en esta ocasión con Yung Beefencima del escenario, Un buen día o Segundo Premio, además de No sé como te atreves con La Bien Querida acompañando a Jota.
En fin, que pare llegar a punto para ver a las HAIM nos quedamos a medias con Charlotte Gainsbourg ofreciendo un notable concierto en el escenario Primavera. Las cinco canciones que tuvimos oportunidad de escuchar, casi todas de su último disco Rest, sonaron de lujo bañadas en un sofisticado show de pop y electrónica y una ejecución magnífica. Nos fuimos encantados y gratamente sorprendidos de la artista francesa con este temazo titulado Deadly Valentine.
Y… bueno, lo de las HAIM fue perturbador. Sus dos discos publicados hasta el momento tienen una producción excepcional. Incluso hay canciones de lo más pegadizas, claro. Venga, tienen un pase largo.
No obstante, todo parece más un show, con todo lo literal de la palabra, que un concierto. Personalmente, me pareció un pestiño prefabricado con poca garra y demasiado edulcorado para las horas en las que nos encontrábamos. Las tres hermanas HAIM tienen determinación, energía e incluso voz, pero aún con todo eso, el directo es el directo y no siempre se consigue llevar un trabajo de estudio a la calle.
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